Cuando Aretha Franklin quiso pagar la fianza de Angela Davis
Mientras que el presidente Richard Nixon acusaba a la activista por los derechos civiles y militante comunista Angela Davis de “peligrosa terrorista”, la reina del soul Aretha Franklin no dudó en arriesgar su prestigio para exigir su libertad, incluso ofreciéndose a pagar su fianza.
Aretha Franklin, quien murió ayer a los 76 años, además de ser una de las figuras más brillantes de la música del siglo XX, también sostuvo un importante compromiso con la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, incluyendo apoyo financiero al movimiento de Martin Luther King, a la Operación PUSH fundada por el pastor bautista Jesse Jackson y a las familias de los activistas detenidos.
Hoy recuperamos un artículo publicado el 3 de diciembre de 1970 en la revista Jet (un semanario dirigido a la comunidad afroamericana que jugó un importante rol en la lucha por los derechos civiles) en el que Aretha se ofrece a pagar la fianza de Ángela Davis, que en ese momento estaba detenida en Nueva York por su presunta vinculación con un intento de fuga de un juzgado.
Aretha dice que pagará la fianza de Angela, si se lo permiten
La reina del soul Aretha Franklin dijo que está lista para hacerse cargo de la fianza de Angela Davis, «sea de $100.000 o de $250.000», si la Corte se lo permite. Miss Davis, ex profesora de filosofía de la UCLA de 26 años y reconocida comunista, está detenida en Nueva York sin fianza mientras se define su extradición a San Rafael, California, donde el Tribunal de Marin County la acusa de asesinado, secuestro y conspiración en relación con el intento de fuga de un juzgado que costó cuatro vidas. A Miss Davis se la acusa de comprar las armas que se usaron en el abortado intento de liberar a tres prisioneros.
Miss Franklin dijo: «Mi padre (el reverendo C. L. Franklin, de Detroit) dice que no sé lo que estoy haciendo. Bueno, lo respeto, por supuesto, pero me voy a ceñir a mis creencias. Angela Davis debe estar libre. Los negros serán libres. Me encerraron (por perturbar la paz en Detroit) y sé que se debe perturbar la paz cuando no se tiene ninguna paz. La cárcel es un infierno. La veré libre si es que existe justicia en nuestros tribunales, no porque crea en el comunismo, sino porque ella es una mujer negra que quiere libertad para los negros. Mi dinero lo obtuve de los negros -ellos me hicieron financieramente capaz como para tenerlo- y quiero usarlo en formas que ayuden a nuestra gente».