Fortalecer la alianza con los imaginarios desaforados de la CF y el fantástico

Por Juan Mattio

Mientras continúa el nuevo escandalete literario en torno a la decisión de Mariana Enriquez, nueva directora del área de Letras del Fondo Nacional de las Artes (FNA), de acotar el Concurso de Letras 2020 a los géneros ciencia ficción, fantástico y terror, compartimos una lúcida reflexión de Juan Mattio al respecto.

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1- Hay que mirar, por supuesto, la situación de ajuste que supone la nueva organización (y de paso, me dicen, las monedas que se le pagan a los prejurados). De acuerdo.

2- Dicho esto, un criterio de selección es tan válido como cualquier otro. En la Casa de las Américas solía ser rotativo (a veces cuento, a veces novela, a veces poesía, etc.) y la decisión del FNA es solo por un año, ¿por qué tanto ruido?

3- ¿El fantástico está de moda? Puede ser. Cuando empecé a frecuentar los ámbitos literarios lo que estaba de moda era Carver, el realismo sucio, el minimalismo. La gran mayoría de autores argentinos y contemporáneos que leí en esos años buscaban por ahí, en esa zona. Los leí. Me sirvió mucho para tratar de entender ese imaginario. Después se agotó, como suele pasar con las estéticas. Creo que se escribieron buenos libros (y muchos que no me interesaron entonces y no me interesan ahora). El problema de las modas es cuando uno las toma en serio.

4- El terror, la ciencia ficción, el policial, todos los géneros pulp, parecen ya estar localizados, su lugar es la arena de la cultura de masas (series, cine, pochoclo). Como si no se hubieran ya generado pastiches de géneros maravillosos como Stalker, de Tarkovsky, o la literatura de M. John Harrison. ¿Alguien duda todavía que se pueden escribir, filmar, narrar historias que estén dentro en un género y a la vez sean extraordinarias?

5- Todo premio tiene un criterio de exclusión. Si un concurso no dice en sus bases «vamos a premiar solo obras que adscriban al realismo» pero durante años premia obras realistas, es inútil mandar una novela de ciencia ficción (hace poco me enteré que en toda la historia del premio Casa de las Américas solo una vez ganó una novela de ciencia ficción). ¿No es preferible que el criterio de exclusión sea explícito entonces?

6- ¿De dónde viene el prestigio de un premio? ¿De su jurado? ¿De la obras que han ganado antes? ¿De la institución que los administra? Si suponemos que el premio del FNA es un premio prestigioso, ¿está mal que dirija la mirada -este año- a géneros que suelen tener mucho público y poco prestigio?

7- ¿No está bueno preguntarse si hay poesía de terror, de ciencia ficción o fantástica? Hace poco escuche a Mariana Enriquez decir que la poesía de Pizarnik eran pequeños cuentos de terror. ¿No es una hipótesis maravillosa que nos aleja de leer el yo poético como una prótesis del autor?

8- Por último, algunas de las corrientes teóricas que están más preocupadas por pensar el futuro (el posthumanismo, el aceleracionsimo, el propio Mark Fisher) han construido una alianza muy nítida con los imaginarios desaforados de la ciencia ficción y el fantástico, ¿nos interesa indagar por qué y qué tipo de productividad política tienen estos géneros? ¿Será que en la decisión hay algo más que moda y caprichos del mercado?