Mi familia es un Dibujo

Por Jorge Hardmeier – Fotos de @boidofotos.ph

Entrevista a Marcelo Chiarello sobre el mural en mosaicos dedicado a la inolvidable atajada de Emiliano Dibu Martínez, en el minuto 123 del partido contra Francia, en la final del Mundial. Una obra de arte única en el mundo, pensada y ejecutada por maradoneanos, para embellecer las calles del barrio de Villa Luro con el recuerdo de aquél momento infartante, que podría motivar un cambio de fecha para el Día del Arquero.

 

Mi inspiración fue crear un dibujo que salió como una propuesta de Telefé. Consistía en crear un personaje que fuera tierno y travieso a la vez.

(Rodolfo Mutuverria, creador del personaje de ficción animada Dibu).

El Día Internacional del Arquero se celebra el 14 de abril en memoria de Miguel Calero. Su último club, donde es ídolo, fue el Pachuca mexicano. Nacido en 1971, justamente el 14 de abril, falleció por un accidente cerebrovascular en 2012, habiéndose retirado del futbol profesional el año anterior. A partir de 2013, la marca de guantes que lo vestía promovió la fecha en su honor. Anécdota: Calero fue el arquero que defendía la Selección de Colombia cuando, en la Copa América de 1999, Martin Palermo falló tres penales en un mismo partido. El Día del Arquero, en Argentina, se festeja el 12 de abril, natalicio de Amadeo Carrizo, ídolo de River y que, como dato, fue el primero en protegerse las manos con guantes en la era profesional del futbol criollo. Recibió seis goles en el partido de la Selección Argentina contra Checoslovaquia en el marco del Mundial de Suecia 1958. Debacle. Pero a partir del 18 de diciembre de 2022 podemos decir que hay un nuevo día del arquero.

Bendito minuto 123

Estadio Lusail. Qatar. 18 de diciembre de 2022. Argentina – Francia. Final del Mundial. 3 a 3 en un partido infartante. Suplementario. Angustia. Millones de televisores acribillados por miradas dislocadas. Tres minutos del tiempo agregado y Kolo Muani enfrenta en solitario al arquero argentino. Derechazo fulminante.  Emiliano Dibu Martínez tapa todo el arco, se agiganta, su cuerpo se duplica y desvía el remate con brazos y piernas en cruz. Marcelo Chiarello y Oscar Antonio Toribio Yiyo More, dos expertos mosaiquistas, se propusieron inmortalizar el instante. Marcelo ama a Diego Armando Maradona. Posee un museo dedicado al más grande en la zona de Mataderos: Bendito 10. Allí me recibe en un contexto plagado de figuritas, posters, camisetas y otros íconos del Diego. El mural realizado con mosaicos en homenaje a la atajada del Dibu fue inaugurado el 19 de abril de 2023. Mozart 491, pasaje, límite entre Parque Avellaneda y Villa Luro.

Marcelo Chiarello junto al mural.

Fue un Mundial de alta intensidad y de diversos sufrimientos, ¿por qué la elección de la atajada del Dibu Martínez?, es la pregunta obligatoria.  “Porque sabemos que si esa entraba se acababa todo. La historia iba a ser otra. Que estos son unos muertos, que Messi pecho frío. Fue como el gol a los ingleses de Diego pero en el 2022. Y coincidimos los tres del proyecto en que era esa jugada”, analiza Chiarello. Y agrega: «En ese momento se me vino a la mente esa pared que me habían ofrecido cuando yo aún  no trabajaba con mosaicos, con piedra, con mármol. Terminó el partido, hablamos con mi socio y al otro día llamé a este muchacho: ¿tenés libre la pared, todavía? Yo no sabía, porque habían pasado varios años. Y me dijo que sí”.

La pelota no se mancha

El tercer componente del proyecto, dueño de esa pared ubicada en el pasaje Mozart donde se terminó instalando el mural mosaiquistico en homenaje a la atajada del Dibu es Lucho, dueño de un local que se dedica a la bicicleteria y a la reparación de esas pelotas que tanto nos desvelan. “A mí me gusta, desde mi humilde oficio de reparar pelotas, colaborar con lo que es la cultura. En diferentes cosas y cada vez que puedo. Además acá me gustó la fusión que se armó con Marcelo y Yiyo. Hicimos un equipo. En un equipo puede haber estrellas pero hay que trabajar. Y eso quedó demostrado en el hecho de que juntos plasmamos una obra de arte que no tiene otra igual en el mundo”, declaró Lucho al momento de la inauguración del homenaje a la gran atajada.

Oscar «Yiyo» More y Marcelo Chiarello.

Chiarello le suma genealogía a la incorporación de Lucho: “El proyecto nace a partir de una idea mía y de Yiyo. Tengo un amigo que me había ofrecido una pared hace mucho tiempo;  tiene un local que se llama Reparación de pelotas Lucho. 678 de Lacarra, en Parque Avellaneda. El mural está en la calle Mozart. Mozart es un lugar insólito. La calle no tiene salida. Y él tiene una casa ahí alquilada. Mozart es un pasaje que está cortado por la autopista.  Me ofreció la pared y la guita para el proyecto. Y Don Lucho, entonces, puso la pared de su casa en Mozart 491″.

“Queríamos dejar para siempre esa jugada, de una final que no se va a repetir nunca más, y con esas emociones, que nunca olvidaremos. Todas disparadas por esta imagen, por esta atajada. Además pretendíamos que sea el Dibu, más allá que adoramos a Messi, porque se transformó en un héroe nacional, un muchacho casi desconocido de Mar del Plata”, recuerda Chiarello. Y agrega, tímidamente: “Pudimos hablar con el padre del Dibu. Y el padre se comprometió a que cuando Dibu esté por aquí pase y lo firme. Creo que viene en junio”.

Mientras me muestra un hermoso mural con un Diego esplendoroso realizado durante la pandemia, señala: “Además el Dibu pasó por ahí, cuando vino con la Selección, en colectora de Ricchieri, yo estaba ahí. Pensé que no iba a hacer este mural cuando empezó el Mundial, fíjate que de Messi no hice ni uno, aunque me dicen ‘hacelo, es comercial’. Pero no”. Y me muestra una figurita de Maradona firmada por un Diego ya DT de Gimnasia. “Yo soy muy maradoneando, para mí Diego sigue siendo, lejos, el mejor de la historia. Todo mi mosaiquismo es maradoneano. Además lo vi hacer jueguito en Argentinos, fue lo más cerca que lo tuve”.

Luego Marcelo regresa al mural inaugurado el Día del Arquero: “Vamos a hacer una réplica del mosaico, chiquita, para Dibu. Al mural lo íbamos a llamar minuto 123 pero quedó así. Quizás en la réplica se lo pongamos”.

El mosaiquismo como  una de las bellas artes

“El mosaiquismo -explica Chiarello- empezó hace un par de años, murales infantiles, hacerlo por método directo que es dibujar un árbol, por ejemplo, y que los chicos le peguen una piedra. En el Borda se hizo uno con los pacientes, como una terapia. Y antes se hacían con cerámicas que sobraban de las obras, ahora ya hay casas de venta al mosaiquista. Y tenés toda la paleta de colores”. Marcelo compra los materiales en esos locales; “Hoy podés hacer una cara -y muestra uno, bellísimo- como esa de Diego, que ya había fallecido». Al instante aclara: «Bah, para nosotros los maradoneanos siempre está vivo”.

Regresando a la estupenda atajada de Emiliano Dibu Martínez, Marcelo se refiere a la otra pierna del proyecto: “A Yiyo lo hago yo mosaiquista, porque él no lo era. Y se transformó en un gran mosaiquista. Ya tenía una cierta sensibilidad con el arte. Y ya labura con el teléfono, de una forma absolutamente distinta a la de los mosaiquistas. Al mural del Dibu le pusimos una malla, como las guardas del baño, que tienen una malla articulada. Y lo colocamos con cemento, con la llana. Nos separábamos, él laburaba en su casa, yo en la mía, después el fin de semana nos juntábamos y armábamos ciertas partes. El de Dibu, era mucho césped, así que me encargué de las partes verdes, partes de la cara y él le dio a partes más finas, el negro. Lo trajimos y lo armamos acá, así que estuvo en Tapiales, en Villa Celina, lo presentamos en Mataderos, acá, y lo llevamos a Villa Luro. En los del Diego los pegué sobre un papel que está pegado sobre una madera. Y en el medio de este quilombo hice un seminario de rostro, porque yo fui aprendiendo a los ponchazos. Estoy laburando con otra definición gracias a las capacitaciones”.

Ante la pregunta de por qué inmortalizar estas situaciones populares, Marcelo responde, sin dudar: “Uno no es eterno. Para que sepan de estas cosas las generaciones que vienen”.

Salgo de la casa de Marcelo Chiarello. Camino varias cuadras. Mataderos. Plaza. Fulbo. Observo un picado. Cierto arquerito retiene un remate de modo extraordinario.