Por Lucía Cytryn // Fotos de Daniela Carreira
Lucía Cytryn fue a ver a Patti Smith en su recital del CCK y lo cuenta para Sonámbula. La genial madrina del punk además terminó su emotiva actuación con el puño en alto y el pañuelo verde de la Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito atado en la muñeca. El súmmun de la épica feminista en una noche inolvidable.
Aunque la épica que se vive al interior del movimiento feminista tiende a veces a contrastar horriblemente con otros aspectos de la realidad argentina, es innegable que el último mes vivimos momentos muy hermosos. Me refiero, claro, al debate sobre la legalización del aborto que, a fuerza de movilizaciones y visibilización, le enchufamos a la televisión argentina. Desde Bimbo Godoy en el living de Rial disparando las búsquedas en Google de la palabra “Misoprostol” hasta Marina Glezer en Canal 9 rapeándole a un grupo de energúmenos que “de cada tres abortos se muere una mujer”, la TV nos viene regalando pequeñas escenas de gigante épica feminista.
En ese contexto, la noche del miércoles fue el súmmum de la épica: Patti Smith terminó su recital de poesía con el pañuelo verde en alto, después de haberlo tenido colgando todo el evento del atril desde que Natalia Romero, nuestra hada de la noche, se lo alcanzó al escenario. Antes, Patti cantó una versión hermosa de “It’s a dream” de Neil Young y, muy en línea con su viejo amigo, habló de la injusticia social, de pelear contra los gobiernos, de la importancia de respetar “las decisiones de las mujeres sobre sus cuerpos”. Lluvia de aplausos y gritos femininjas en la sala: la héroa del rock, la que se abrió camino entre los mil y un varones, defendiendo nuestro derecho a decidir.
El movimiento feminista nos regala momentos mágicos y este definitivamente fue uno de ellos. Patti levantó el pañuelo verde del piso y, con una delicadeza ceremonial, lo acomodó junto a las letras de sus canciones, de sus poemas, de la carta que le escribió a Robert antes de morir: lo acomodó para que todes lo viéramos. Cerró la noche con una versión divina de “Can’t Help Falling In Love” y antes de irse mostró el pañuelo bien alto, se lo ató a la muñeca y, sin decirlo, dijo: ¡Aborto Legal, Seguro y Gratuito!