Porro y películas: Está en curso el segundo Festival Internacional de Cine Cannábico
La segunda edición argentina del Festival Internacional de Cine Cannábico se lanzó el pasado jueves 3 de febrero y se extenderá hasta el día 19, con 29 películas de 15 países y una serie de muy recomendables mesas de debate, talleres y actividadades diversas para visibilizar, difundir y debatir sobre la cultura cannábica.
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Mientras la dramática noticia de las 20 muertes por consumo de cocaína cortada con fentanilo comienza a perder relevancia mediática, no sin dejar tras de si una reiterada resaca de desinformación, prejuicios clasistas, punitivismo antipobre e ignorancia pura y dura, vale la pena recordar que hay espacios desde los que se puede construir un abordaje más serio y responsable de los distintos consumos de drogas, utilizando el arte (en este caso el cine) para abrir debates y derribar prejuicios. En concreto, estamos hablando de la segunda edición del Festival Internacional de Cine Cannabico (FICC), cuya segunda edición se encuentra en curso, extendiéndose hasta el 19 de febrero. Si bien en los últimos años en nuestro país se han registrado importantes avances en torno al cannabis, con la legalización de su producción medicinal y algunos usos industriales, está claro que sigue siendo un tema que aún requiere de mucho trabajo hasta lograr la definitiva legalización de cultivo, tenencia y consumo.
El primer FICC se realizó en Uruguay en 2019, mientras que la primera edición argentina se concretó el año pasado. Del otro lado del charco siguen estando un paso adelante en el tema cannábico, como todxs sabemos. Según explican los organizadores, el Festival surgió de “la necesidad de ampliar las perspectivas culturales desde un enfoque social y comprometido hacia la temática del cannabis, a través de la imagen cinematográfica como medio sensibilizador y transformador”. Desde este punto de vista, se considera que la producción audiovisual constituye una “herramienta poderosa de transformación social, generadora de conciencia, reflexiones y comportamientos”.
En esta nueva edición, que comenzó este jueves 3 de febrero, se proyectarán 29 películas de 15 países, además de una serie de actividades que incluyen charlas, talleres y música, que buscar reforzar la visibilización de la temática. Todas las actividades y proyecciones son gratuitas, confirmando también desde este lugar las intenciones de apertura del festival.
Respecto de la selección de las películas, el Coordinador General del Festival Alejo Araujo (junto a Malena Bystrowicz), explicó: “Los criterios de selección son en primer lugar la calidad artística y cinematográfica de los films, que tienen que tener nivel de un Festival Internacional de Cine, y por supuesto es condición que el cannabis este presente. Sin embargo, somos amplies en ese sentido, puede no ser el tema central. Se busca también un equilibrio y la mayor diversidad posible en cuanto a los puntos de vista, por eso hay tantos países, tantos temas, tantos géneros”.
Luego destacó: “Por supuesto buscamos también originalidad, cosas novedosas que sólo se proyecten en Buenos Aires porque están programadas en el FICC y será la única oportunidad de verlas. También estamos atentos a que Latinoamérica esté representada y que esté lo más equilibrado posible la dirección tanto de varones como de mujeres, así como les jurades. Las secciones temáticas abarcan los que consideramos los tres ejes principales de esta diversidad de miradas sobre el cannabis: Salud Cannábica, Activismo Cannábico e Historias Cannábicas. En cada sección hay de todo, documentales, ficción, animación, videoclips, cortos, largos, medios, películas en competencia y fuera de competencia. EL criterio es lograr que la propuesta del FICC sea amplia para todos los públicos, y nuestra premisa es poder llegar a todes, desde los más especializados en cannabis, pasando por los cinéfilos hasta los que se acercan a la temática por primera vez o de casualidad buscando entretenimiento, todes se pueden llevar algo interesante de este Festival”.
Malena Bystrowicz, por su parte, remarcó la diversidad de lo que prefiere definir como la “comunidad” cannábica: “Por supuesto que dentro de esa comunidad hay personas que hace muchos años trabajan, investigan o luchan en torno a esta cuestión y están mucho más especializadxs, pero también es cierto que esa comunidad crece, se ramifica y complejiza. En la primera edición en Buenos Aires, se agotaron todas las funciones, las mesas redondas encendieron debates y nos dimos cuenta de que este espacio era necesario. La comunidad cannábica sintió al FICC como un ámbito propio, un lugar de encuentro donde no solo es posible disfrutar películas que difícilmente puedan verse en otra situación, sino también intercambiar ideas y reflexiones con el objetivo de romper los prejuicios, investigar, informarnos, naturalizar sus usos, sacudirnos la moral prohibicionista y represora y profundizar en mejorar las leyes. Pero también acerca a personas de varios mundos, como quienes disfrutan de los festivales más allá de la especialización y de la posibilidad de ver cine gratis, bueno y diverso”.
Las proyecciones y actividades del FICC se llevarán adelante en cuatro sedes: la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985), el Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces (Perú 222), Lumiton Usina Audiovisual (Sgto. Cabral 2354, en Munro) y la Quinta Trabucco (Carlos F. Melo 3050, en Florida).
La programación de este sábado incluye el corto Abducidos, de Agustín Álvarez, y el largo Ojalá Vivas Tiempos Interesantes, opera primera de Santiago Van Dam, estrenada en 2017 en un Bafici, mientras que el domingo se proyectarán los mediometrajes El profe, de Julián Cáneva; Jack’s garage, de Kim Saltarski, y Embopa, de Aimará Schwieters. En jornadas posteriores podrán verse Los visionadores, de Nestor Frenkel; The discovery of anadamide, de Silvana D’Mikos; Secret Ingredient, de Gjorce Stavreski; Dennis: The Man Who Legalized Cannabis, de Brandon Moore; Los últimos románticos, de Gabriel Drak, y Tóxico, de Ariel Martínez Herrera, entre otras.
La primera de las mesas de debate, que se concretó este viernes 4, fue “Feminismo, tareas de cuidado y cannabis”, coordinada por Graciela Pardo, integrante de Mamá Cultiva Argentina (una ONG autogestiva con perspectiva de género y diversidad que busca conseguir un marco legal para el cultivo de cannabis para la salud y abrir espacios de formación, construcción ciudadana y comunitaria, de fuerte presencia en el festival), con intervenciones de Lucía Cirmi Obón (Directora Nacional de Políticas de Cuidado – Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad), Valeria Salech (Presidenta de Mamá Cultiva Argentina) y Florencia Tittarelli (Abogada feminista, Integrante de Reset – Política de Drogas y DDHH).
El jueves 10, el periodista de Página/12 Ezequiel Boetti darla una charla sobre “Historia del cannabis en el cine”, donde recorrerá las distintas formas de abordaje del tema en el séptimo arte, desde las películas norteamericanas de propaganda de los años 1930 y 1940 o las primeras producciones argentinas de la década de 1950, pasando por la revolución del “flower power” y el cine nacional clase B para el mercado hogareño de los ’80, hasta las nuevas miradas que se fueron instalando en los últimos años.
El viernes 22 Mamá Cultiva Argentina dictará el taller “Cannabis para la salud Cultivo, dosificación y administración”. El 16 está agendada la mesa “REPROCANN, leyes y derechos”, con ponencias del psicólogo social Guillermo Maciel y de la médica Marina Elchiry (ambos integrantes del equipo interdisciplinario del Programa Integral de Usos de Cannabis Medicinal de San Vicente, que funciona en el Hospital municipal Ramón Carrillo de esa localidad desde el año 2019), acompañados por el coordinador de la asociación civil Acceda, Fernando Ferreira. El 17 se realizará una mesa sobre “Cannabis en las universidades” y el 18 otro sobre “Uso veterinario del cannabis”. El 19 será la fiesta de cierre del Festival, con la premiación y un número musical sorpresa.
Se entregarán cuatro premios: Premio BSF al mejor largo internacional (BSF es Bigger, Stronger, Faster, un banco internacional de semillas), que aportará un premio en dinero; Premio al Mejor Cortometraje Internacional, Premio Lumiton al Mejor Largometraje Rioplatense y un Premio del Público (para el que se podrá votar desde la web del festival, donde también se encuentra toda la programación y detalle de las actividades).