
Por Octavia Butler // traducción de Malena Q
Publicado por primera vez en Transmission Magazine, este ensayo de Octavia Butler es parte de su libro Las razas perdidas de la ciencia ficción.
Hace catorce años, durante mi primer año de universidad, me senté en una clase de escritura creativa y escuché mientras mi maestro, un anciano, le decía a otro estudiante que no usara personajes negrxs en sus historias a menos que la negrura de esxs personajes fuera esencial para los argumentos. La presencia de negrxs, según mi maestro, cambiaba el enfoque de la historia, desplazaba la atención del tema previsto.
Esto sucedió en 1965. Nunca hubiera esperado escuchar el eco de las ideas de mi maestro en boca de unx escritorx de ciencia ficción en 1979. Sin embargo, lo escuché en una convención de ciencia ficción donde un escritor explicó que había decidido no usar unx personaje negrx en una de sus historias porque su presencia cambiaría el enfoque de alguna manera. Más tarde, este mismo escritor sugirió que en las historias que requieren personajes negrxs para exponer alguna cuestión con la otredad, podrían ser sustituidos por extraterrestres, para no detenerse en cuestiones de raza.
Bueno, vamos a reflexionar un poco alrededor de esto.
La ciencia ficción alcanza el futuro, el pasado, la mente humana. Se extiende a otros mundos y a otras dimensiones. ¿Es realmente tan limitada, entonces, que no puede llegar a las vidas de lxs seres humanxs comunes y corrientes que no son blancxs?
Lxs negrxs, lxs asiáticxs, lxs latinxs, lxs amerindixs y cualquier personaje que pertenezca a una minoría han estado notablemente ausentes en la mayor parte de la ciencia ficción. ¿Por qué? Como escritora negra y de este género, he escuchado esa pregunta muy a menudo. Y también he escuchado varias respuestas. Como la mayoría de las personas intentan ser educadas, ha habido ciertas respuestas que no fueron dichas. Está bien. Son obvias.
Sin embargo, lo mejor, y más esperanzador desde mi punto de vista, es que he escuchado de personas que quieren escribir ciencia ficción, o que han escrito algunas piezas, tal vez, que les gustaría incluir personajes pertenecientes a algunas minorías, pero no están seguros de cómo hacerlo. Como he tenido que resolver el mismo problema a la inversa, tal vez pueda ayudar.
Pero primero algunas respuestas a mi pregunta: ¿Por qué ha habido tan pocxs personajes pertenecientes a minorías en la ciencia ficción?
Examinemos la razón de mi maestro. ¿Son este tipo de personajes -en nuestro caso lxs negrxs- una fuerza tan perturbadora que su mera presencia altera una historia, la enfoca en la raza perturbando lo que lx autorx tenía en mente? Sí, de hecho, lxs personajes negrxs pueden hacer exactamente eso si lxs creadorxs de esos personajes tienen un pensamiento limitado que impide visualizarlxs en cualquier otro contexto.
Este es el tipo de estereotipo, consciente o subconsciente, contra el que las mujeres han luchado durante tanto tiempo. Ningunx escritorx que considere a lxs negrxs como personas, seres humanos, con la variedad habitual de preocupaciones humanas, defectos, habilidades, esperanzas, etc., tendría problemas para crear trasfondos y objetivos interesantes para estxs personajes. Ningunx escritorx que considere a lxs negrxs como personas se desviaría para justificar su negrura o su presencia a menos que tal justificación, honestamente, desempeñe un papel en la historia. No es más necesario centrarse en la negrura de unx personaje que centrarse en la feminidad de una mujer.
Ahora, ¿qué pasa con la posibilidad de sustituir a los extraterrestres por negrxs, para exponer una problemática relacionada con la raza sin que nadie… se sienta incómodo? De hecho, ¿por qué lxs negrxs no pueden ser representadxs por blancxs, que no están descritxs a fondo, y por lo tanto dejan a lxs lectorxs libres para usar su imaginación y visualizar cualquier color que les guste?
Por lo general, consigo ser educada cuando escucho preguntas como estas, pero no es fácil.
Adelante, entonces. Reemplacemos a los negrxs por seres con tentáculos de Capella V. ¿Qué visualizarán lxs lectorxs cuando describamos las relaciones entre lxs capellanxs y lxs humanxs (blancxs)? ¿Visualizarán humanxs negrxs que tratan con humanxs blancxs? No lo creo. Esto es ciencia ficción, después de todo. Si les cuentas a tus lectorxs sobre lxs capellanxs con tentáculos, ellxs visualizarán a los capellanxs con tentáculos. Y si tus lectorxs son tan sensibles con las razas humanas como temías que podrían ser cuando sustituyes a lxs Capellanxs, ¿es probable que presten atención a alguna analogía? No lo creo.
Y en cuanto a lxs blancxs que representan a toda la humanidad, en la teoría de que la gente imaginará otras razas; o mejor aún, en la teoría de que todas las personas son iguales, entonces, ¿qué importa? Bueno, ¿recuerdas cuando los hombres decían representar a toda la humanidad? Las mujeres parecerían no notarlo. Todavía parece que no lo notan. No se requiere un gran salto mental para comprender por qué lxs negrxs, por qué cualquier minoría, tampoco parece notarlo. Y aparte de todo eso, por supuesto, no funciona. Lxs blancxs se representan a sí mismos, y eso es suficiente. Hay que repartir la carga.
Cuando se estrenó Star Wars, una excusa familiar para ignorar a las minorías decía algo así: “La ciencia ficción es literatura escapista. Sus lectores/espectadores no quieren ser enfrentados con problemas reales». Guerra, está bien. La destrucción de todo el planeta, está bien. Secuestro, está bien. ¿Pero la visión de una persona que pertenece a una minoría? Muy pesado. Demasiado real. Y, por supuesto, nuevamente está la implicación de que una parva de negrxs, asiáticxs u otrxs podría convertir la película en una especie de declaración sobre conflictos raciales.
La única parva imaginable de humanxs es blanca. Después puede haber gente alta, peluda, gente grumosa, escamosa, pueblos con tentáculos, etc. Pero también son marrones lxs humanxs. Negrxs, los humanxs. Etc. Y esto no es una afirmación pesada. Lo pesado es que ellxs no aparecen en escena.

De mi agente (cuya sinceridad aprecio) escuché lo que podría convertirse en una razón aún más fuerte para no usar personajes negrxs. No los usó en la película, de todos modos. Parece que lxs negrxs están pasados de moda. En una industria que presta mucha atención a las tendencias, lxs negrxs ya han tenido su momento de fama. ¿Cuánto tiempo tardará en volver ese momento? Probablemente hasta que alguien decida arriesgarse, y termine haciendo una película de gran éxito sobre negrxs.
De acuerdo, olvidemos por un momento lo caprichoso de la industria cinematográfica, olvidemos que las películas sobre negrxs están fuera de moda. Las películas, de ciencia ficción y otras, con una pizca de personajes pertenecientes a las minorías, pero sin un conflicto que afecte a esas minorías en particular, parecen funcionar bien. Yaphet Kotto ciertamente no hizo daño a Alien. De hecho, para mí, y probablemente para muchos negrxs, le dio a la película un toque extra de autenticidad, y una película de monstruos, incluso una buena película de monstruos, necesita toda la autenticidad que pueda obtener.
Eso me lleva a otra pregunta que escucho a menudo en las convenciones de ciencia ficción. “¿Por qué hay tan pocxs escritorxs de ciencia ficción negrxs?” Sospecho que por la misma razón por la que hubo una vez tan pocas escritoras de ciencia ficción. Las mujeres encontraron una cierta falta de autenticidad en un género que postulaba un universo poblado en gran parte por hombres en los que todo el poder estaba en manos de hombres, y las mujeres se quedaban en sus hogares definidos por hombres.
Lxs escritorxs de ciencia ficción nacen, en general, como lectorxs de ciencia ficción. Pocas lectoras es igual a pocas escritoras. Sin embargo, la situación está mejorando. Lxs negrxs no son tan propensos como los blancxs a gastar tiempo y dinero yendo a las convenciones, pero hay un creciente número de lectorxs negrxs. La gente negra que conozco ahora es mucho más probable que haya leído al menos algo de ciencia ficción, y no se opone a leer más. Mi copia extra de Dreamsnake (Serpiente del sueño, novela de Vonda N. McIntyre) ha llegado a su quintx lectorx, y eso es lo último que supe. Películas como Alien, Star Wars, a pesar de sus estereotipos, y Close Encounters, además de la vieja serie de televisión Star Trek, han captado mucho interés. Con todo esto, ha pasado un buen tiempo desde que unx amigx o conocidx me murmuró: «¡Ciencia ficción! ¿Cómo puedes perder tu tiempo con algo tan irreal?”
Ahora, por esa llegada de la ciencia ficción a nuevos públicos, es poco probable que las personas den por bueno dejar a las minorías fuera de sus historias. Una de las pocas y más obvias razones -y la que me siento con menos deseo de incluir en la discusión- es el racismo consciente. Existe. No creo que la ciencia ficción esté muy afligida por eso, pero ahora, el racismo ya no está de moda y, por lo tanto, es poco probable que se haga público. En su lugar, el racismo se puede ocultar detrás de cualquiera de las preguntas y argumentos que ya he discutido. Todo este artículo es una protesta contra el racismo. Conozco a demasiadxs negrxs brillantes y competentes que han tenido que perder tiempo y energía tratando de descartar las actitudes racistas irracionales de otras personas. En efecto, tratando de demostrar su humanidad. La vida es demasiado corta.
Un problema más insidioso que el racismo absoluto es simplemente el hábito, la costumbre. La ciencia ficción siempre ha sido casi toda blanca, al igual que hasta hace poco, ha sido casi toda masculina. Muchas personas han tenido la oportunidad de sentirse cómodas con las cosas tal como son. Demasiado cómodas. La ciencia ficción, más que cualquier otro género, se ocupa del cambio: el cambio en la ciencia y la tecnología y el cambio social. Pero la ciencia ficción en sí cambia lentamente, a menudo bajo protesta. Todavía se puede ir a convenciones y escuchar comentarios deliberadamente sexistas, si el orador cree que tiene una audiencia comprensiva. Las personas se resienten cuando les dicen que su manera de hacer las cosas está mal, cuando se les pide que cambien, ellos no quieren escuchar que ya no estarán solos definiendo este vasto territorio, que tienen que compartir este universo que han defendido para ellos mismos durante tanto tiempo. No creo que nadie piense seriamente que el mundo del futuro será todo blanco como nadie cree que el mundo actual sea todo blanco. Pero la costumbre puede ser lo suficientemente fuerte como para evitar que las personas vean la necesidad de que la ciencia ficción refleje una visión más realista.

La costumbre también puede hacer que las personas se opongan al cambio y extremen sus opiniones y su comportamiento habitual. Hace unos años volví a la universidad por un par de trimestres y encontré a un profesor después de otro que anunciaba con extraña beligerancia: «¡Podría decirte que ahora mismo que soy un machista!»
Una costumbre atacada es una costumbre que será defendida. Los hombres que se sienten a la defensiva sobre el comportamiento sexista pueden convertirse en fanáticos sexistas. Lxs blancxs que se sienten a la defensiva ante el comportamiento racista pueden convertirse en fanáticos racistas. Es algo de lo que las personas que valoran la apertura mental y las actitudes progresistas deben cuidarse.
Un segundo problema insidioso es la pereza, posiblemente combinada con la ignorancia. Lxs autorxs que siempre han escrito sobre universos totalmente blancos pueden no sentirse particularmente amenazados por uno multicolor, pero pueden considerar también el cambio demasiado problemático. Después de todo, ya saben cómo hacer lo que han estado haciendo. Su manera funciona. ¿Por qué cambiar? Además, tal vez no conozcan a nadie de ninguna minoría. ¿Cómo pueden escribir sobre personas que no conocen?
Por supuesto, la ignorancia puede ser una categoría en sí misma. He escuchado que personas a las que no considero perezosas, racistas o vinculadas a la costumbre quejarse de que no sabían lo suficiente sobre las minorías y, por lo tanto, dudan en escribir sobre ellas. A menudo, estas personas parecen preocupadas por ofender accidentalmente.
Pero, ¿qué hacen normalmente lxs autorxs cuando deciden escribir sobre un tema desconocido?
Ellxs investigan. Ellxs leen: en este caso, las buenas biografías recientes y las autobiografías de las personas que pertenecen al grupo sobre el que quieren escribir. Hablan con miembros de ese grupo: amigxs, conocidxs, compañerxs de trabajo, compañerxs de clase, incluso extrañxs en los colectivos o esperando en las filas. Yo mismx he hecho estas cosas en mi investigación inversa, y me ayudan. Además, la gente mira mucho sin hablar. Cualquier situación pública ofrece oportunidades.
Algunxs escritorxs han evitado la necesidad de investigar estableciendo sus historias en futuros distantes e igualitarios cuando las diferencias culturales han disminuido y la raza ha dejado de importar. Creé un futuro como este en mi novela, Patternmaster, aunque no lo hice para evitar la investigación. Patternmaster sucede en un momento en el que la habilidad siónica es todo lo que cuenta. Las personas que tienen suficiente habilidad en esto están en la cima, ya sean hombres o mujeres, negrxs, blancxs o marrones. Las personas que no tienen esta habilidad son esclavos. En esta cultura, unx negrx como personaje principal sería, a excepción de su color, indistinguible de los personajes de cualquier otra raza. El uso de esta técnica podría hacer que unx escritorx sea acusado de escribir negrxs como si fueran blancxs de forma encubierta, y podría ser la excusa de unx escritorx perezoso para hacer precisamente eso. Pero para alguien que tiene una razón legítima para usarlo o una historia que lo requiere, puede ser una técnica perfectamente válida.
Sin embargo, más importante que cualquier técnica es que lxs autores recuerden que están escribiendo sobre personas. Lxs autores que se olvidan de esto, que no se relajan y se sienten cómodxs con sus personajes racialmente diferentes, pueden terminar creando títeres inverosímiles, manipuladxs conscientemente, piezas de muebles que existen dentro de una historia pero que no contribuyen en nada, o estereotipos que son garantía de ofensa
Hubo un momento en que la mayoría de lxs pocxs personajes de sectores minoritarios en la ciencia ficción se ubicaban en una de estas categorías. Unx de los primerxs personajes negrxs que encontré cuando comencé a leer ciencia ficción en los años 50 era un viejo «tío» santo (no estoy siendo sarcástica aquí. El hombre fue descrito como santo y él mismo pedía que lo llamen «tío») con quien Harriet Beecher Stowe (autora de La cabaña del tío Tom) se habría sentido como en casa. Sospecho que, al igual que las películas de Sidney Poitier de los años sesenta, el autor fue atrevido para su época. Eso no me ayudó a encontrarlo más verosímil ni a sentirme menos complacida cuando él y los de su clase (Charlie Chan, Tonto, ese pequeño hombre que se robó a Fritos…) recibieron entierros decentes. Los tiempos han cambiado, gracias a Dios, y la ciencia ficción ha recorrido un largo camino desde Tío. Claramente, sin embargo, todavía tiene un largo camino por recorrer.
De «Las razas perdidas de la ciencia ficción» publicado en 1980