Tierra, agua, aire, fuego: la poesía de Washington Atencio habita en los cuatro elementos

Curaduría y notas: Lali Destéfanis

Lali Destéfanis recomienda la poesía de Washington Atencio, escritor y docente de Paraná, que gracias a un pase mágico de la palabra, logra que la vida germine, estalle y se disuelva para tomar nueva forma.

¿Qué ocurre cuando un deseo se siembra? ¿Resuena el eco de una voz en las infinitas formas del agua? ¿Cómo conviven un cuerpo y una tierra? La temperatura de una mirada, de un sueño, de un recuerdo, ¿es capaz de conmover el aire?

El suelo arde en la poesía de Washington Atencio, y ese calor se traduce en movimiento vertical: entierra, deglute, erupciona, anega. Se torna brote, evaporación y quema. Cuerpo y entorno transmutan porque están vivos, mueren y resurgen en el propio crecimiento y en el encuentro con un otro que es también ese entorno. Tierra, agua, aire y fuego convergen en sombra, en galope, en chispa, en lava. Así, bajo un pase mágico de la palabra, la vida germina, estalla y se disuelve para tomar nueva forma.

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Lava
Mis dedos sepultan el deseo
en tierra que arde
colorada.

Sentado entre piedras
a medio quemar, desciendo
lento
con el suelo
que se hunde.

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Nuestra sombra volcada en el río
Abro bocas
rompo el aire con la lengua
lanzo todas las chispitas.

Él me mira
me contiene con los ojos.

Cruza el río
a lo lejos un caballo.
La llanura lo verdea.

En la tarde busco el cielo
lo acaricio
lo revuelco
me deshago.

Agua estalla en la laguna
otro mar nos da respiro
otro río me atraviesa.

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Terrario
Arreglás el jardín y te miro.

La naranja es un sol
a la siesta, relámpago cítrico
estallido en mi lengua.

Mis manos
vuelven al niño
que busca semillas,
porotos, granos de maíz.

Resultaba fácil
la tarea de naturales
viviendo tan cerca del suelo.

El campo fue mi germinador.

Bebimos la luz con fauces abiertas
nombramos el cielo y el agua,
quisimos brotar.

En tus manos
llenas de tierra
escupo una semilla
y espero.

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Galope ciego
Entierro todas las miradas
semilla por semilla
para que puedas nacer.

Vengo del calor
pero aprendí a desconfiar
de la calma.

El frío
otra palabra.
El mar
lengua que se arrastra.

Con la boca sumergida en tierra
gritás trigo, cuchillo, fogata.

Latido seco
voz que se anuda
en tu camisa.

Agarrado a las crines de un recuerdo
beso párpado y horizonte.

Te sueño como se aguarda la lluvia.

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Washington Atencio (Entre Ríos, 1986) es profesor de Lengua y Literatura. Reside en Paraná, donde ejerce en los niveles secundario, terciario y universitario. En 2019 publicó Una hoguera de jazmines (Camalote) y en la colección Tres Poemas de Ediciones Arroyo. Gestiona la librería Jacarandá y coorganiza el ciclo de poesía Río Abajo. En febrero de 2020 publicó Nuestra sombra volcada en el río (Agua Viva), que se presenta el 7 de marzo en Paraná y poco después en Buenos Aires. Agradecemos la selección de poemas a María Ragonese, editora de Agua Viva. La ilustración es de Romina Lardiés.