Manifiesto

Hubo un tiempo en que el futuro era el cielo de Laucién surcado por biplanos Löhner Pfeil en el primer bombardeo aéreo de la historia. Y otro, en que lo fue un televisor sintonizado en la señal de ajuste. Hubo noches en las que creímos que el sonido de un modem conectando por Dial-Up podía decirnos cómo se escucharía el mañana. El caballo galopante de Muybridge. Valentina Tereshkova con el traje de cosmonauta. La línea de ensamble en la Ford. El espectro de Linda Lovelace en la pantalla. La electrificación de la Unión Soviética. Los gestos de Eva Perón en la primera transmisión de LR3. La poesía de Mayakovski. El cuerpo de Lili Elbe después de la cirugía. El lanzamiento de Macintosh. La síntesis de progesterona. El Centers for Disease Control and Prevention llamando a conferencia de prensa el 5 de junio de 1981. Un viaje en tren con el walkman. Luces de neón. Hiroshima. ¿Qué es el futuro?

Desechos que viajan hacia nosotrxs desde galaxias remotas. ¿Qué podemos hacer con esos restos dispersos en la gran noche espacial? Un recorrido por los futuros que fueron cancelados. Una lectura de las noticias de lo que no será. Informes de este loop temporal en el que estamos atrapados y que llamamos capitalismo tardío.

Nos disponemos a explorar los cuerpos alienígenas y los cuerpos cyborgs porque creemos que eso equivale a pensar de cero nuestros propios cuerpos. Queremos habitar los mundos postnucleares o artificiales para reorganizar nuestra percepción sobre los espacios que transitamos. Creemos que hay hermanxs en lxs monstruos, lxs mutantes y lxs anormales. Y que en ellxs está la clave del xenofuturismo que buscamos.

Proyecto Synco es una premonición. Algo está por pasar. Lo indica el cielo negro de Quema, la síntesis entre Motoko Kusanagi y la IA conocida como Puppet Master, el uso de la protocultura, el resto diurno en el traje de Juan Salvo, la hostilidad ante lo humano en HAL 9000, las naves que se queman en el hombro de Orión, las pesadillas de Sarah Connor y los gestos dudosos de Talbot Yancy. De esa inmanencia nace este observatorio que tiene como material la ciencia ficción, la tecnología y los futuros.

Nuestros entornos arden de dispositivos, tecnocuerpos, máquinas industriales y algoritmos capaces de tripular aviones, sondas espaciales o acciones en el mercado de valores. Somos, entonces, consecuencia de ese enrarecimiento.

Miramos al pasado en busca de futuros. Vemos, entre todos ellos, uno con el que podríamos conectarnos. Sucede en Latinoamérica y bajo un gobierno socialista: CYBERSYN (o Cybernetic Synergy o Synco) fue un sistema de información y control en tiempo real de las empresas de propiedad social durante el gobierno de la Unidad Popular en Chile. Un sistema de transferencia informática de datos para el control de la economía. Hijx por igual de las nacionalizaciones y de Stafford Beer y de la audacia de una política futurista. Entre todos los restos de futuro, este es el que elegimos como punto de referencia. Un híbrido de la tecnología y la revolución. Una mutación social desactivada por la dictadura. El resplandor de un mundo perdido.

Es el momento de empezar. Proyecto Synco quiere ser un observatorio para mirar las luces de las estrellas muertas. La presencia fantasmal de lo que no está es nuestro objeto de atención. Un recuerdo tal y como relumbra en el instante de un peligro. Una victoria futura que ya está entre nosotrxs.