Jaz Coleman: “Ser gobernados por corporaciones lleva al fascismo”

Entrevista por Marcelo Simonetti

Marcelo Simonetti entrevistó para Sonámbula a Jaz Coleman, ex líder de la mítica banda Killing Joke, que hoy vive en Argentina y lleva adelante un nuevo proyecto con su Orchestra of Death. Antiimperialismo, Malvinas, transhumanismo y el invierno nuclear por venir.

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En 2018 Killing Joke, banda británica liderada por Jaz Coleman, dio su primer show en Buenos Aires. Post punk, oscuridad, música industrial. Marcelo Simonetti estuvo allí aquella vez y en este 2025 entrevistó a Coleman para Sonámbula. Desde ese momento hasta hoy, las cosas cambiaron bastante para Jaz. Su histórico compañero de banda, Geordie Walker, falleció en 2023. Se mudó a Buenos Aires, donde vive con su pareja argentina y, haciendo gala de su espíritu inquieto, armó una banda con músicos locales, Jaz Coleman and The Orchestra Of Death. Y no solo eso: fundó junto a su mujer el Club Malvinas, un foro participativo que incluye a distintas ramas del arte y que hará su segunda presentación éste 29 de Junio en Club Lucille. Coleman ya se ha pronunciado por la soberanía argentina sobre las islas, además de denunciar otras acciones imperialistas del Reino Unido.

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-En 2018 me impresionó el poderío y el eclecticismo de la banda, y también tu actitud acerca del paro nacional que teníamos en el país al día siguiente. Tomaste una posición muy activa. Dijiste que teníamos que ir al paro y manifestarnos…

-Ah, por supuesto. Los pueblos no tienen que dejar de ejercer sus derechos.

-¿Cómo te sentís viviendo en Argentina?

-Lo estoy disfrutando. Es un buen país para vivir. Argentina tiene potencial como para estar mejor en las décadas de 2030 y 2040, por sus recursos naturales. Podrían garantizar el bien común del pueblo argentino. Sí. Yo rechazo el neoliberalismo. Sé que las corporaciones son una especie de realidad inevitable, pero debemos recordar que ser gobernados por corporaciones lleva al fascismo. Mi idea de la economía es un poco más diversificada. En India hay muchos pequeños negocios, más coloridos y con más énfasis en el estilo y la creatividad. Entiendo que algunas cosas en el futuro serán simplemente insostenibles. Por ejemplo, no muy lejos de acá tenés el río. Apesta a contaminación. Y te das cuenta de que es insostenible cuando pregunto por ahí y descubro que son, entre otras, fábricas de cuero las que contaminan, lo cual está también relacionado con el sufrimiento animal. No tenemos derecho a seguir así. Espero más de este país, porque el gran arte surge del sufrimiento y de la lucha y Argentina ha tenido mucho de eso y puede adaptarse a ello como ninguna otra nación en la tierra. Ha tenido décadas de mala administración y ha pasado por un montón de situaciones por las que el resto del mundo está a punto de pasar. Argentina ha estado pasándola mal durante décadas y es un pueblo muy resistente. Los pueblos lo son todo. Son un tesoro. Amo a los seres humanos. Amo la libertad que en mi caso pude disfrutar, y lucharé para que la próxima generación pueda disfrutarla. Amo la libertad, que por ejemplo es la esencia de la mejor música de rock.

-Soy miembro fundador del Club Malvinas porque estuve en tu cumpleaños esa noche, donde lo lanzaste. Contame algo del porqué del nombre.

-Voy a ir a las islas Malvinas en septiembre, a hacerle un homenaje a los caídos. Lo voy a hacer en español y en inglés, en una catedral. Siempre tuve presente esa guerra porque 1982 fue un años en que me cambió la vida. Decidí ser compositor para orquesta sinfónica y me puse a estudiar eso. Y también lanzamos Empire Song, que la hicimos al mismo tiempo que la guerra de Malvinas. Había un periódico que decía: “Back To Square one, Another Empire Backfires” (De vuelta al punto de partida, otro Imperio fracasa) y lo pusimos en el estribillo. Y lo mantuvimos. Captamos el espíritu de la época en aquel entonces. Me involucré en lo que pasaba en la guerra. Luego, ya que a mí me gusta la aviación y colecciono cosas, llegué a la existencia de Aerolíneas Argentinas. Y, con el tiempo, una trabajadora de Aerolíneas terminó siendo mi pareja actual, por lo tanto soy parte de la familia de Aerolíneas Argentinas y la uso todo el tiempo. Así que es un vínculo permanente que he tenido, y una muestra de lo presente que siempre tengo el hecho. A veces pienso que he logrado vislumbrar mi futuro a través de la imaginación. Creo que para esa época me vi como compositor de música sinfónica y eso resultó en que me he convertido en compositor. Logré verme como director de orquesta. Y me he convertido en director de orquesta. Creo que funcioné de ese modo. El punk fue mi educación. Dejé la escuela con cuatro delitos antes de los dieciséis. Por suerte, eran delitos cometidos siendo menor, si no, no hubiera llegado a ningún lado. Así que el punk, la idea de que puedes hacer lo que te dé la gana, fue liberador para mí.

-En ese momento, a finales de los 70, ¿te sentías parte de un movimiento o simplemente te expresabas y nada más?

-Sí, definitivamente sabía que formaba parte de él, pero quería evolucionar musicalmente. Estábamos en la última etapa, la del post-punk, junto con Public Image y Joy Division, donde hay cierto misticismo en la música en lugar de solo los dos acordes del punk o lo que sea.

-En 1982 empezaste con la música clásica. ¿Entonces serán esas composiciones las que vas a tocar el 29 de Junio?

-No, música clásica voy a tocar en Argentina a finales de este año. Voy a hacer una gira por Sudamérica con la Orquesta Sinfónica.

-Vos compusiste y dirigiste una obra sinfónica con temas Pink Floyd, ¿no?

-Una con temas de Pink Floyd, otra con temas de The Doors y otra de Led Zeppelin, con el consentimiento de las bandas. Yo tengo dos carreras. Lo que voy a presentar acá en Lucille a fines de junio es música underground. Y luego tengo otra carrera como director, compositor y arreglista clásico. De por sí, con el mismo Killing Joke también era un todo ecléctico. Cuando ibas a las tiendas de discos, no sabías dónde encontrar Killing Joke. ¿Era punk? ¿New wave? ¿O era indie? ¿O era metal? Además, la imagen de la banda no encajaba en ninguna tendencia.

-Recuerdo una declaración tuya en 2012. Estabas a punto de hacer una gira compartida con The Mission y The Cult. Y sobre la fecha del show anunciaste que no ibas a participar.

-Sí. Me escapé. El resto de la banda dijo: «Sí, sí, queremos hacerlo». Y como sabía que no pude hacerles cambiar de opinión, pensé: «Me voy a la mierda».  Porque en The Cult son terribles. Hacen esas cosas tipo meet and greet donde les cobran dinero a los fans por una foto. Odio en lo que se han convertido estas bandas. Conozco a estos tipos desde hace años. Simplemente se pusieron a la moda como pudieron. Todos esos solos de guitarra, mmm… no me gusta eso.

-Si no fueras músico, ¿cómo imaginabas que sería tu vida? ¿Alguna vez pensaste en eso?

-Sí, dictador (risas a dúo). Hablando en serio, cuando veo las cosas terribles que están sucediendo ahora como, por ejemplo, los proyectos de geoingeniería que están sobre nuestras cabezas, y veo con qué nos están rociando con nanotecnología, autorreplicantes y luego la gente aparece con la Enfermedad de Morgellons que son estas fibras de colores que salen de tu cuerpo, ahí es donde tenemos que preocuparnos. Vistas con microscopio, estas fibras tienen como símbolos de patente y la idea es, que debido a que esa tecnología está dentro de ti, te poseen.

Ésta es la especie de visión transhumana que tienen del futuro. La transformación del homo sapiens al homo veritas, como lo llaman. Que es básicamente un transhumano. Nos llenan de metales, pero el tipo de metales que son como receptores. Esto facilitará la estimulación magnética transcraneal. Podrán transmitir mensajes a la conciencia colectiva. Ya lo están haciendo. Así que tengo una visión terrible del futuro. Veo que llegamos a un momento de horcas y antorchas donde la gente despertará de la esclavitud. Por ejemplo, este software Palantir que desarrolló Peter Thiel de BlackRock. Es tecnología pre-crimen. Así que ni siquiera será necesario que hagas algo para que te acusen. El software contiene todo lo que has visitado en línea y todo lo que haces. Crean un perfil digital tuyo y, si sos peligroso, simplemente te van a eliminar. La tecnología es el instrumento por el cual están gobernando nuestras vidas gente de la catadura moral de Bill Gates y Klaus Schwab y Henry Kissinger y el pedófilo David Rockefeller.

-¿Extrañás Killing Joke?

-No, por ahora no, para nada. Echo de menos a Geordie. Pero no, ha sido bueno abrazar una nueva época en mi vida. Killing Joke era genial cuando vivíamos todos en la misma ciudad, como Praga o Ginebra y podíamos simplemente decir: ¿ensayamos mañana? Pero cuando todo el mundo se muda a países diferentes se pierde algo de ese crecer juntos así que, no.

-¿Alguna vez pensaste en la posibilidad de haber nacido en una época diferente del pasado? ¿En qué época te hubiera gustado vivir?

-Es una buena pregunta. Probablemente en la civilización minoica de la isla de Creta, porque era una cultura dominada por las artes. Debió haber mucha más libertad individual en ese momento. Mis padres nos dieron a mí y a mi hermano libertad total, dentro de un marco estricto, pero libertad total. Y no creo que puedas tener suficiente libertad solo con la propia voluntad. Comencé a estudiar en serio desde los diecisiete años en adelante, pero bajo mis propias reglas. Y luego a los ventidós comencé a estudiar orquestación y, en lugar de ir a la universidad, tuve un mentor que simplemente dijo ok, te voy a enviar aquí. Y fui a Bielorrusia, a Minsk. Fui a diferentes lugares y trabajé bajo diferentes maestros y fui llevando mis partituras conmigo, cometiendo un montón de errores en el medio. Trabajé con algunos de los mejores maestros clásicos del mundo simplemente insistiendo y tocándoles el timbre a las personas adecuadas.

-Entonces, ¿hay esperanza?

-Sí, creo que vamos a pasar por tiempos terribles. El mundo lo pasará mal, pero no creo que sea el fin de la humanidad. Creo que los seres humanos son mucho más viejos de lo que cierta historia nos quiere hacer creer y que hemos sobrevivido a muchas edades de hielo y que volverá a pasar. Es inevitable que los volcanes entren en erupción. Creo que se usarán armas nucleares, lo que llevará a un invierno nuclear, lógicamente. Así que hay un imperativo de, en primer lugar, crear un aumento en el suministro de alimentos que se cultiven esencialmente en interiores. Porque no habrá ni una puta luz solar y habrá una pérdida global de los cultivos. Eso es lo que puedo ver, así que creo que mi visión es que cada pueblo y cada ciudad tenga jardines interiores para cultivar suficientes nutrientes para la gente.

Eso es lo que creo que tenemos que hacer porque esta es una realidad. Y creo que los precios de los alimentos deberían estar subvencionados. Más adelante va a haber una depresión económica. Quizás empiece en un par de meses. Y si sabemos que estas cosas van a suceder, como cuando se trata del suministro de alimentos, creo que Argentina debería poner a su gente primero y los alimentos deberían ser subsidiados. Acá todo el mundo quiere un pedazo de la Antártida. De eso se trata. Argentina necesita proteger los derechos soberanos y a su gente. Ahora intentan movernos a la moneda digital. Será el mayor despojo de activos que jamás haya pasado en la historia si se salen con la suya. Odio el Foro Económico Mundial, odio absolutamente a esta gente, odio el Banco Mundial, es el mismo grupo de personas, odio al grupo Bilderberg, odio sobre todo al Banco de Pagos Internacionales, son las personas que crean los conflictos de la humanidad.

 


 

Jaz Coleman dirigirá la segunda edición de Club Malvinas Underground Forum, fundado por él mismo. El evento tendrá lugar el próximo 29 de junio a las 19.45 hs. en Club Lucille (Gorriti 5520, CABA) y las entradas están disponibles a través de Passline.