Nombres que cifran mundos: Poemas de Javier Roldán
Hay palabras que quedan relegadas en elegantes cofres. Por algún motivo quedan olvidadas ahí, no las vestimos jamás, como si no las necesitáramos. ¿Por qué el desarraigo sólo habla de países, de ciudades, de lenguas? ¿Por qué suena sólo la lluvia a cántaros, si la garúa leve pero persistente es capaz de horadarnos las entrañas?
De ese regreso al uso de la palabra está hecha la poesía de Javier Roldán. Los días diáfanos son generosos en su cuidadosa mirada voyeur que configura mapas de circunstancia afectiva. Si la moneda gastada de la palabra cotidiana traiciona el sentido sutil y dorado de los rayos de luz, Javier se detendrá en el detalle y la trocará en tesoro para que pueda decirse, contante, sonante. Y si no alcanza la vieja moneda para decir un mundo, echa mano de los elegantes cofres o del hallazgo de una anciana lengua nueva que nos sorprende aprendices.
Hay cosas que ninguna biografía cuenta. Dicen, por ejemplo: “Javier Roldán nació en el Oeste del Gran Buenos Aires, en Merlo Gómez. Trabaja como docente en colegios secundarios del conurbano. Publicó Una extraña dama (Alto Pogo, 2015). Tiene como maestro a Osvaldo Bossi. Lee, mira películas y series y escucha radio AM todas las mañanas como lo hacía su abuela Chicha”.
Sí, de acuerdo. Pero lo fundamental es descubrir que en la poesía de Roldán Bienvenida es el nombre – el gesto- que cifra un mundo.
Curaduría y notas: Lali Destéfanis
soy profesor de lengua
y literatura
en colegios del conurbano
no tengo automóvil
y por eso mi vida se desplaza
de colectivo a tren de tren a colectivo
de espera en espera
y hay días más diáfanos que otros
en que una clara lucidez
me permite ver
por ejemplo
en la parada del colectivo
a ese nene
que aupado por su mamá
la observa fascinado
le acaricia el pelo
la besa
ella le sonríe
mirándolo bien de cerca
se pone bizca
le da muchos besos
o veo por ejemplo
a esos dos pibes
con esa delgadez fibrosa
tan propia
de la rutina laboral
esos pibes
que esperan el tren
en Los Polvorines
y conversan con el idioma
de los sordomudos
ese idioma de señas
que hace que se miren
con mucha atención
se sonrían mutuamente
el nene
la mamá
los muchachos
prescinden
del lenguaje
hablado o escrito
de su sonido engañoso
de su sentido taimado
trabajo
de profesor de lengua
y literatura
en colegios del conurbano
y a veces me siento
traicionado por mis palabras
Pyahu
a Alfredo
el acento guaraní surge en tu voz
por momentos
surge por ejemplo
cuando los ríos ceden
y te enojás
y tu alma asoma
dulce plañidera con el llanto
de un guyra campana
que no huye
porque está enselvado
y sus alas se enredan
con la exuberancia del verde voraz
surge por ejemplo
cuando sos mi maestro,
y aprendiz en la cama te pregunto
¿cómo se dice mano en guaraní? “po”
¿cómo se dice dedo en guaraní? “cua”
y mi risa resuena en la habitación
con acordes de arpa
porque el mundo vuelve a ser virgen
después de cuarenta años
Bienvenida
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
cuando el colectivero que maneja el treinta y tres
se para al lado del bondi de otro colectivero
y abre la puerta y le dice
«felicidades»
justo antes de que el semáforo
los separe quizá definitivamente
se le notan en el chongo
que se sienta justo en diagonal a mí
en el mismo treinta y tres Remedios de Escalada
y al que sólo puedo verle las piernas
y las manos jugando
un jueguito en el celular
y cuyas manos
cada tanto le acomodan ese bulto
que sería un hermoso regalo
para cualquiera
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
por lo oscura y sórdida de la avenida alem
en la que están construyendo un carril exclusivo para colectivos
y por el que se desliza el bondi verde que me lleva al Doque
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
en esta tenue luz sucia que nos envuelve
a los pasajeros acalorados
este veinticuatro de diciembre del dos mil dieciséis
luz que no nos permite decidir si estamos tristes o alegres
mientras cargamos nuestras cajas navideñas
en cuyo corazón de pan dulce quizá encontremos
algún tipo de clave
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
sobre todo en el vestido violeta y los suecos rojos de goma de la señora
que busca cruzar
una avenida en la boca
¿el riachuelo qué recuerda de estas cuatrocientas navidades?
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
en cambio en Villa Trankila
Shakira me dice que
Una cartica que yo guardo donde te escribí
Que te sueño y que te quiero tanto
Que hace rato está mi corazón
Latiendo por ti, latiendo por ti
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
en cambio en Villa Trankila
Lautaro tiene su Cosminieve
lista para nevear a todas las chicas
lindas que paseen por los pasillos
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
en cambio en Villa Tranquila la canción
que cantan Los Ángeles Azules dice
Apagaré la luz
No puedo esperar más
aprenderé de ti hasta el final
provócame mis labios
hazme tuya de una vez
que impaciente estoy de ti
de tu sensualidad que siempre callé
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
en cambio Villa la Tranka
tiene en una de sus orillas
al Paraguayo más lindo
corazón guaraní
que ama mostrarme vídeos en su celular
con perros realizando las mil payasadas
y me los muestra como si fueran
una gran revelación
y la revelación
es su mirada
que guarda camalotes de inocencia
buenos aires tiene cuatrocientas ochenta navidades encima
y se le notan
sobre todo
al leer en el diario las declaraciones de un vecino de flores
que pide
«que la policía haga algo con los villeros
ellos son los culpables de todo»
y yo tengo ganas de tomarlo de la mano
a ese buen vecino
y traerlo acá
a la cena navideña
en la que estamos mi suegra Bienvenida
su esposo Epifanio
mi cuñado Francisco con su compañera Marcela y su hijo Lautaro
mi cuñado Jorge que no vino con su chica porque parece que hay problemas
mi cuñado David con su novia Lucia
mi cuñado Matías con su novia Micaela
mi cuñada Roxana con sus hijos Alexis y Tiziano
y lo sentaría en la mesa con nosotros
al lado del Paragua
mi novio
y mirándolo a los ojos
le cantaría al buen vecino
como canta en este momento Koli Arce
se acerca fin de año, a Santiago yo me iré
quiero llegar al ranchito que un dia me vio nacer
el beso daré a mi madre con ternura y gran pasión
quiero recordar el tiempo feliz que en mi Santiago pasé
quiero recordar el tiempo feliz que en mi Santiago pasé
“Oh baby, creeme, es sólo cuestión de tiempo”
Sé que estarás de vuelta
Cuando tus días y tus noches se sientan un poco más frias.
Sé que estarás de vuelta muy pronto.
Oh amor créeme, es sólo cuestión de tiempo.
“Always Be My Baby”, Mariah Carey
No te equivoques
soy un cosechero multicolor
no un viejo verde
mientras camino
por Los Polvorines
una alegría arcoíris
de ver a tantos hombres
muchachos pibes
en shores de colores
rojo verde amarillo
rosa naranja
verde clarito
floreadamente plenos
libres
una alegría que tengo
acá en mi pecho
profunda profunda
hace que les sonría
y les guiñe un ojo cómplice
y les diga:
muchachito
pibe hermoso
hombre bendito
yo soy el campo propicio
para tu colorida siembra.
Foto de portada: Ph15